El TDA-H no es una enfermedad, son síndromes multifactoriales

Paula M

, Optometría

LOS TDA-H NO SON UNA ENFERMEDAD, SON SÍNDROMES QUE PUEDEN DEBERSE A MUCHAS CAUSAS Y, POR TANTO, REQUIEREN DISTINTOS TRATAMIENTOS. Dos niños que comparten unos cuantos síntomas pueden tener problemas distintos y, por tanto, necesitan tratamientos distintos.

El doctor Jorge Ferré Veciana, médico especialista en desarrollo infantil.

En el momento de la concepción, el ser humano es un proyecto a desarrollar. Posee unos planos genéticos gracias a los cuales se construye el Sistema Nervioso, que es la estructura que nos permite comunicarnos con nuestro entorno, desarrollar la conciencia, el dominio de la palabra y el pensamiento.
Un niño es una unidad, aunque tenga una forma de expresión física, representada por el cuerpo, una forma de expresión emocional y otra mental. Las tres grandes vertientes de la identidad humana son tres expresiones de un mismo ser.
El pleno conocimiento de esta unidad implica desarrollar una concepción interdisciplinar. Por este motivo, hemos desarrollado muchos puentes de relación entre nuestra formación médica de base y las distintas disciplinas que pueden integrarse en el estudio y la terapia del desarrollo infantil.
Estamos convencidos de que los problemas de desarrollo de un niño, desde unas otitis repetitivas hasta un problema de dislexia, pasando por un cuadro de eneuresis que aparece a raíz de la separación de los padres, necesitan un abordaje completo que integre diversas vertientes del conocimiento.
La neurología funcional, la medicina biológica, la biomecánica y la ergonomía, la osteopatía, la psicología, la pedagogía, la oftalmología, la optometría, la otorrinolaringología, las técnicas de desarrollo audio-psico-fonológico, la logopedia, la medicina energética, la neuroquímica y la neuro-psico-inmunología, por mencionar las especialidades que están más vinculadas, pueden ayudar a elaborar un programa de tratamiento más completo y eficaz.
Cualquier proceso normal o patológico puede y debe estudiarse desde todas estas vertientes.
La experiencia de estos años es la que da soporte a la actividad clínica que realizamos cada día y que se dirige a diagnosticar y elaborar programas de tratamiento para los niños afectados de las más diversas patologías neurofuncionales:
 -Síndromes de desorganización o inmadurez neuro-senso-psicomotriz.
-Patología del desarrollo neuro-senso-psicomotriz.
-Trastornos del aprendizaje de causa neurofuncional.
 -Disfunciones sensoriales.
-Trastornos de la atención.
-Cuadros de hiperactividad.
-Estrés infantil.
-Trastornos del lenguaje de causa neurofuncional.
-Alteraciones del ritmo y la capacidad de control.
-Terapias complementarias para optimizar el desarrollo neurofuncional en casos de lesiones cerebrales y alteraciones genéticas.
Cada proceso patológico tiene una causa y debemos tratar la causa para que los síntomas evolucionen de forma positiva y definitiva.

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